martes, 25 de junio de 2013

Noesis.

Cada día al despertar pienso que todo podría ir mejor, que todo debería ir mejor, y sólo con que ella me dirigiese una mirada. Una palabra, un suspiro... 
Cada vez que pienso en ella me dan ganas de abrazarla, cuidarla y mimarla, acariciarla y arroparla, de amarla, y cuando veo que se acerca, que la tengo delante de mí y la puedo hacer mía, despierto.

Sus ojos, como la arena del desierto. Son dunas que me hipnotizan y me ascienden hasta su pálida piel, suave, única. Piel aterciopelada que me arropa por la noche cuando me entra miedo y me dice; "Tranquilo, todo irá bien.". Su pelo cae sobre sus hombros como las olas del mar acarician las rocas, y su sonrisa es como el reflejo de la luna en el agua con el mar en calma.

Hoy sé que quiero tenerla junto a mí, hacerla mía y fundirnos juntos como dos gotas de agua se unen en una sola. Deseo besarle, morderle i acariciarle el cuello y sentir "cositas" en el estómago. 

No sé si hoy soñaré que la tengo, pero cuando lo haga sé seguro que no querré despertar. Jamás.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Eikasia

¡Qué rápido pasa el tiempo! Tic tac...
¿Cuánto habría esperado? Tic tac...
¿Te hubiera encontrado al final? Tic tac...
¡Qué efímera es la vida! Tic tac...

Desde el primer momento sabía que nunca volverías a estar, que nunca te volvería a tener. Que al final de mi camino no hallaría más que polvos y ruinas... y no el ángel perfecto que yo imaginé.
¿De qué me servía quedarme esperando algo que sabía desde su fin que no volvería? ¿De qué me servía empezar algo que desde su comienzo sabía que pronto se culminaría? Intenté evitar sentir pasión y evité intentar apasionar. Evité sentirme fogoso entre los besos y caricias de una mujer, de un ángel que me arropara y me diera calor... vivir acomodado en sus eminentes alas y refugiado en el amor de su ser... Todo eso quedó atrás, quise evadirme, huir de esas emociones que me perturbaban día a día y que veía que no conseguían más que hacerme sufrir.
Tras mucho sufrimiento conseguí anteponer mi yo al dolor, aprendí a saber estar bien aún con el viento en contra, comprendí que debía cambiar mi ser. Pretendí ser feliz hasta el punto de creerlo, pero en el momento en que su imagen reapareció, con otro humano alado al lado, comprendí que el tiempo pasa y no en vano. Comprendí que debí haber hecho lo que pretendía, olvidarme de todo cuanto me rodea y ser otra persona. Quitarme las alas y ser de nuevo un vil mortal. También entendí que la rabia no me llevaría a ningún lugar, lo primero que hay que hacer para olvidar y perdonar es aceptar que el tiempo es efímero, y supe que debía dejar que la vida siguiese... que fueran felices a pesar de mi dolor, ya no tan persistente, y hacerme ver que la vida es pasajera, que hay que vivir en paz... Tic tac...

lunes, 18 de julio de 2011

Soñaré...

Respiré su aire... sentí su tacto sobre mi piel, y miré como sus ojos miraban los míos y me hacían enloquecer.
La abracé, la arropé con todas mis fuerzas contra mí y la protegí. La besé, sus carnoso labios besaron los míos y entré en una espiral en la que no distinguía entre el espacio el tiempo y ni siquiera el lugar, mis deseos se habían hecho realidad, por fin después de tanta espera la había hecho mía.

Y ahora, aunque sé que la volveré a ver, a tocar, a besar... aun así, ahora hecho de menos su cara, su pelo, su risa... Una cara divina, espléndida, con una piel suave y perfecta. Un pelo que ondula con un simple parpadeo, que a cada movimiento de su cuello, éste no hace más que perfeccionar su belleza hasta divinizarla. Una risa, diría yo, su risa... una risa verdadera, salida de lo más hondo del interior de su ser, una risa tímida, una risa bonita, una risa que la caracteriza como lo que es... un Ángel. Además, lo que más ha sorprendido a este simple mortal, es que no se ha cortado las alas, sino, que incrustó en mí su semilla, para que alas a mí me pudieran brotar, para poder ser libres, para así poder ser dos seres al menos no tan distintos, para ella poderse sentir protegida por mí vaya donde vaya, y sobretodo, para poderla llevar a lo más alto y desde allí gritarle al mundo que la amo.

Por todo eso, es por lo que la hecho de menos, hecho de menos mirar su pequeña nariz, juguetear con ella a nuestra manera, hecho de menos que esconda su cabeza entre mi cuello con esa tímida risa que la caracteriza,  hecho de menos que me bese, que me toque, que me mire... y por eso yo, un simple alado mortal, os digo que hoy soñaré con mi Ángel.

jueves, 7 de julio de 2011

Mi definición de felicidad.

Hoy, por primera vez en mucho, mucho tiempo, todo me va bien por dónde lo mire, todo sigue su rumbo sin desviarse. Hoy desde hace mucho tiempo, soy feliz.
Despertar cada día a altas horas de la noche es una sensación tan desagradable que te gustaría pegarte a ti mismo por estúpido, es algo tan desesperante como despertarse en el clímax de un sueño bonito, o erótico, o emocionante, pero para mí, despertarme a esas horas, y hacerlo como lo hago, más bien, me encanta. ¿Por qué? Os preguntaréis. ¿Por quién? Os respondo yo, y no hay pregunta con más fácil respuesta... Ella
El echo de despertarme pensando en ella, convierte toda la rabia en ternura, produce una alegría no equiparable a nada, no igualable a nadie, una sensación de felicidad recorre mi cuerpo solo con el recuerdo de su sonrisa, se me estremece el alma solo con pensar en su mirada, se me encoge el corazón solo con el simple echo de oler su cuerpo, de verla feliz.
Son tales mis deseos de contemplarla ante mí, tengo tantas ganas de tocarla, acariciarla, besarla, mimarla y cuidarla, que se me revuelve el estómago en pensar su nombre. Estoy tan adicto a su ser, que pienso en ella cada instante que me pongo a pensar, y cuando mi mente se evade hacia otro lugar, la primera cosa en llegar a mi cabeza siempre siempre es el perfil de sus labios, el brillo de sus ojos o los destellos de su precioso cabello castaño, o cualquier rasgo se su cuerpo. Unos rasgos que me hipnotizan, me seducen y enloquecen, unos rasgos estremecedores y extremadamente bellos, unos rasgos dignos de ser admirados por los dioses, unos rasgos, diría yo... perfectos.

jueves, 30 de junio de 2011

Lágrimas retenidas en un cuenco de sentimientos

Ojeando mi pequeño baúl de antiguas sensaciones, encontré algo inesperado para mí, algo que no recordaba, o que no quería recordar, qué sé yo. Al abrir aquél baúl encontré un sinfín de sentimientos que había llegado a sentir, y, un año después, resurgen en mi interior como dragones ancestrales acudiendo a su llamada profética, cada verano lo mismo, sentimientos agónicos, emociones inútiles, ''enamoramientos'' estúpidos... cada verano lo mismo...
Desearía poder elegir cuándo y cómo enamorarme, cuándo y cómo y de quién hacerlo, hacerlo a mi gusto, sin redes que me atrapen, sin hilos que me aten, sin cadenas que me obliguen a sentir y a sufrir, desearía poder tener un motivo, solo uno, para sonreír, por cada mil de los que tengo para llorar. Pero debo ser fuerte, estoy acostumbrado a las hostias que nos da la vida, acostumbrado a caer, pero eso sí, más aún acostumbrado a levantarme, a construirme un futuro mejor, porque cuando no se puede caer más bajo, la única opción es subir, escalar de ese pozo que te encarcela, aunque debas inundarlo con lágrimas para poder subir nadando, aunque debas llorar hasta agotar el agua de tu cuerpo, aunque debas escurrir cada una de las partes de  tu cuerpo, debes salir a flote, debes vivir por mucho que te cueste, afrontar tus miedos y debilidades será lo único que te hará fuerte, debes enfrentarte a ti, y solo así conseguirás ser quien quieres, solo así conseguirás vivir...

miércoles, 29 de junio de 2011

Aprendiendo

Vivir... vivir con miedo a que tus miedos se revelen, vivir con miedo a que los mejores fallen, vivir con miedo de vivir, callar por miedo a qué dirán, y hablar para criticar... gritar para que te escuchen y desconectar para no escuchar... fiestas que son para disfrutar y fiestas que son para olvidar, disfrutar para olvidar, divertirse para despreciar, jugar para perder, o para ganar, destruir para construir, elegir para descartar... ¿irónico verdad?
Es asombroso cómo cada término y su antónimo van ligados siempre en cada acto habitual de nuestras vidas, y, sin darnos cuenta cometemos errores que, aunque siempre han sido posibles, creíamos que nunca podrían llegar a pasar, pero hay que despertar, aprender a vivir y no cejar en el empeño, pues que algo o alguien decida por ti es dejar que te juzguen sin saber nada de ti, hay que aprender a decir que no y a que no todo tiene porqué salir perfecto, hay que aprender de los defectos, yo, por ejemplo, vivo aprendiendo de mí.